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Miércoles, 24 de Abril del 2024
| 10:22 pm

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La epidemia de la violencia de las armas no encuentra cura en el Congreso

Washington DC.-

Congreso

Las familias de las víctimas piden a representantes actuar, pero ellos sólo lanzan discursos sin proyectos claros.

La epidemia de la violencia de las armas se regó a una escuela secundaria en Parkland (Florida), donde murieron 17 estudiantes, pero este jueves el llamado a un mayor control de las armas no encontró respuesta ni en la Casa Blanca ni en los pasillos del Congreso.

El tiroteo del miércoles en la secundaria “Marjory Stoneman Douglas”, a manos de un joven aparentemente afectado por trastorno mental y armado con un rifle de asalto, dejo 17 muertos y al menos una decena de heridos.

Como en muchos otros actos de violencia en EEUU, el tiroteo reactivó el debate nacional sobre el control de las armas, sin que por ahora haya una solución a la vista.

El ciclo se repite: enérgica condena de tiroteos; condolencias y oraciones por las víctimas; reclamos de grupos cívicos y en las redes sociales por más restricciones a la venta de armas, y cero acción en el Legislativo.

El presidente Donald Trump ofreció hoy apoyo a los familiares de las víctimas y prevé viajar a Parkland, a una hora de Miami, para reunirse con ellas y con las autoridades locales y estatales, aunque no precisó fecha.

“Ningún niño, ningún maestro debe correr peligro en una escuela estadounidense. Ningún padre debe temer por sus hijos e hijas al despedirse de ellos con un beso en la mañana”, dijo Trump desde el Salón Diplomático, donde también hizo un llamado al respeto a la vida y a mejores respuestas a enfermedades mentales.

“A todo padre, maestro y niño que sufre tanto, estamos con ustedes, para lo que sea que necesiten, para lo que podamos hacer para aliviar su dolor. Estamos todos unidos como una familia estadounidense, y su dolor es también nuestro”, afirmó.

También emitió una proclamación en la que ordenó que las banderas de EEUU ondeen a media asta en la Casa Blanca y en todas las instalaciones federales y militares, así como en las embajadas. Pero ni en sus declaraciones televisivas ni en la proclamación hizo mención alguna de la violencia de las armas, que en EEUU se cobra la vida de más de 35,000 personas al año.

Los asaltos con armas de fuego son, además, la segunda causa de muerte para jóvenes entre 15 y 19 años, detrás de los accidentes automovilísticos, según datos oficiales.

Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 36,252 personas murieron a causa de armas de fuego en EEUU en 2015, y ese mismo año, el número de víctimas de actos de terrorismo totalizó cinco. Desde 1968, el número de muertes derivadas de la violencia de las armas ha superado con creces al número de caídos en batalla en todos los conflictos bélicos.

Estados Unidos ocupa el puesto número uno en armas per cápita, según “Small Arms Survey”, un grupo con sede en Suiza.

La NRA promovió la venta como lo hizo, por ejemplo, el 14 de febrero, el mismo día del ataque en Florida, para sugerir regalar armas en San Valentín.