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Viernes, 15 de Noviembre del 2024
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Análisis del mapa electoral ¿Qué tan importantes serán los hispanos?

Votos

Cuando se examinan las elecciones presidenciales en EE.UU., emergen claros patrones de comportamiento entre los electores. El más importante es el apoyo que grupos étnicos y religiosos otorgan a cierto candidato o partido.

En ese sentido, la contienda del 2016, se caracteriza por la presencia del polémico Donald Trump y los cambios demográficos en el país durante la última década, plantea un mapa electoral en el cual los hispanos tienen protagonismo. Trump se alista para oficializar su victoria en las elecciones primarias del Partido Republicano durante la convención de Cleveland. Ganó con propuestas extremas como la construcción de un muro en la frontera con México y la suspensión temporal de entrada al país para ciudadanos musulmanes.

Según Corey Lewandowsky, el exdirector de campaña de Trump la estrategia es “dejar que Trump fuera Trump”. Con discursos sin teleprompter, un equipo pequeño de operarios y una sucesión de comentarios incendiarios que atrajo enorme atención mediática, el empresario de Nueva York puso el tema racial en la cima del debate electoral. Así las cosas, tanto Trump como la candidata demócrata Hillary Clinton necesitarán cortejar el voto de millones de personas que tomarán una decisión en la urna teniendo en cuenta su credo y color de piel.

El voto hispano Según el Centro de Investigación Pew, el número de hispanos registrados para votar este año podría llegar a la cifra récord de 27,3 millones, lo cual representaría alrededor del 11,9% de la población electoral. El aumento está impulsado por la generación de los milenarios, quienes componen el 44% del voto hispano y desafían a los candidatos a lograr un mayor acercamiento con los jóvenes latinos de EE.UU. En general, las encuestas dejan concluir que los hispanos serán un capital importante para Clinton.

Un sondeo del Washington Post y la cadena ABC afirma que el 64% apoya a la candidata demócrata. Sin embargo, este porcentaje no es mayor porque históricamente el voto hispano no ha sido monolítico o exclusivo de un partido. En otras elecciones, a nivel nacional y local, el respaldo fue para el candidato republicano como rechazo hacia el Gobierno de Fidel y Raúl Castro en Cuba, y también por valores conservadores y religiosos típicos de la cultura latina. En los últimos años la mayoría del apoyo ha sido para el candidato que prometa soluciones a la crisis migratoria de EE.UU., y por eso en el 2012, Barack Obama obtuvo el 57% de los votos.

Las diferencias entre los candidatos en materia migratoria es mucho más notable en el 2016. Mientras Trump promete deportar a millones de ciudadanos indocumentados, Clinton quiere resucitar los estériles esfuerzos de Obama para lograr una reforma migratoria integral con acceso a la ciudadanía.

El mapa electoral de EE.UU. es mucho más complejo y amplio. Pero, como explica Jens Krogstad del Centro Pew, la del 2016 será la elección “más diversa desde lo racial y étnico”. Casi una de cada tres personas elegibles para votar será hispana, negra, asiática, o miembro de una minoría racial o étnica.