1. Skip to Menu
  2. Skip to Content
  3. Skip to Footer
Viernes, 1 de Noviembre del 2024
| 4:41 am

Síguenos en Las Americas Newspaper Facebook Las Americas Newspaper Twitter Las Americas Newspaper Google Plus

Tristeza en Colombia por la muerte de Diomedes Díaz, el astro del vallenato

Diomedes DiazCentenares de seguidores llegaron a Valledupar, Colombia, donde residía Díaz, para darle el último adiós. Freddy Socarrás, alcalde de la ciudad, decretó tres días de duelo y ordenó izar la bandera de la municipalidad a media asta. Desde tempranas horas del lunes, la gente se acercaba a Medicina Legal, en donde el cuerpo del cantante fue llevado durante la noche del domingo.

A eso de las 11 a.m., el cuerpo fue trasladado a la tarima de la plaza Alfonso López, legendaria por sus grandes veladas de vallenato. En un ataúd de madera, con tapa de cristal, el cuerpo de Díaz yacía, vestido con guayabera blanca pintada a mano y un bordado que decía “El Cacique”, apodo que le dieron sus seguidores.

Díaz, cuya vida fue tan comentada como su música, había sobrevivido varias operaciones a corazón abierto, y otras más, como la efectuada el año pasado a causa de un accidente automovilístico. Sus fans hacían cadenas de oración durante semanas después de cada percance, pidiendo milagrosas recuperaciones que se dieron una y otra vez.

Su último concierto fue el viernes pasado en Barranquilla. Díaz luego fue a su casa en Valledupar, en donde celebró con su mánager José Zequeda durante varias horas.

Cuando se despidieron, el cantante le dijo “Me voy a morir, porque usted se va y me va a dejar solo”. Luego se encerró en su cuarto, como solía hacer, reportó El Tiempo. Cuando no se levantó a desayunar, su esposa, Consuelo, llamó a Zequeda, quien sugirió que lo dejaran dormir. A las 2 de la tarde, hicieron que un niño entrara por la ventana, y lo encontraron rígido y frío. Al llevarlo a la Clínica del César, ya estaba muerto.

Durante su carrera, Díaz quería ser más recordado por sus composiciones que por su canto. Su primer trabajo fue como mensajero de bicicleta de la estación de radio Guatapuri del estado de Guajira, cuna del vallenato. Fue allí que conoció a las estrellas más grandes del género, y en 1976, grabó su primera canción con Rafael Santos y Emilio Oviedo.

Trabajando con los mejores acordeonistas, Díaz se convirtió en estrella del vallenato. En los años 80, ya era el artista de más ventas en Colombia, informó Billboard. Cada año en su cumpleaños, el 26 de mayo, sacaba un disco nuevo. A medida que aumentaba su fama, también le seguía la controversia.

A Díaz le gustaban las drogas y el alcohol, y frecuentemente cancelaba conciertos. Su acordeonista, Juancho Rois, murió en un accidente de avión en 1994, pero Díaz siguió apuntando éxitos. Para el 1996, a 20 años de carrera, había grabado 400 canciones.