Trump regresa a sus orígenes antiinmigrantes
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- Categoría: Inmigración
- Publicado el Lunes, 16 Abril 2018 12:04am
Por: Ana Betances
Washington DC.-
Los lobos vestidos de oveja nunca dejarán de ser lobos. Así, el presidente Trump ha retomado sus promesas de campaña con más fuerza que nunca. Estas últimas semanas Trump se ha visto presionado por su base de seguidores antiinmigrantes, quienes han declarado que él no ha cumplido en realidad con lo prometido. Cabe recordar que el actual mandatario vendió su imagen con base en la promesa de hacer a Estados Unidos “grandioso nuevamente”, y también prometió lanzar una cruzada para perseguir y deportar a millones de indocumentados y construir un muro a lo largo de la frontera sur con México.
El miércoles pasado anunció el despliegue de la Guardia Nacional a la frontera entre México y Estados Unidos. Realizó este anuncio después de atacar al gobierno mexicano a través de Twitter, debido a una caravana de migrantes centroamericanos que supuestamente llegará en forma masiva a la frontera a solicitar asilo político. A pesar de estas alegaciones por parte del gobierno de Trump, los datos de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza en realidad muestran que los arrestos por cruzar ilegalmente la frontera han ido disminuyendo durante estos años y ahora están en el nivel más bajo de los últimos 4 6 años.
El despliegue de la Guardia Nacional tendrá un enorme costo para todos los contribuyentes y está claro que todo esto se trata de una maniobra política del presidente para mantener contenta a su base. El uso de mano de obra y de dinero estatal para militarizar la frontera deberían utilizarse en cosas más productivas, como por ejemplo enviar más ayuda a Puerto Rico que es Estado Libre Asociado de Estados Unidos, que muchas personas han olvidado. Seis meses después del devastador huracán “María” la isla sigue sin recuperarse. Actualmente existe un 10% de los usuarios del sistema eléctrico que carecen de energía. Se sospecha que más de 1,000 personas perdieron la vida directa o indirectamente, pero el gobierno no ha podido contabilizar hasta la fecha la cifra exacta de fallecidos. Para colmo, este jueves pasado el Departamento de Educación de Puerto Rico anunció el cierre de 283 escuelas públicas para el próximo año. A esto se suma el éxodo de puertorriqueños que han emigrado hacia este país porque no tienen ninguna otra opción y se seguirán sumando más personas a esta lista. Puerto Rico está enfrentando una crisis humanitaria nunca antes vista en la isla y este gobierno ha optado por ignorarlo y sólo enfocarse en su agenda racista.
No sólo está el caso de Puerto Rico, pues es un hecho que el gobierno de Trump se muestra negligente en muchas otras áreas. A medida que pasan los meses se revela la falta de criterio de este presidente que parece estar manejando un reality show y no la Casa Blanca. El envío de la Guardia Nacional a la frontera no tiene sentido, pues esta rama del Ejército estadounidense está reservada para ser llamada en casos de emergencias locales y nacionales y desastres naturales. No está destinada a hacer el trabajo de los agentes fronterizos. Trump sigue desplegando su agenda de racismo y división, creando caos entre las familias inmigrantes. El futuro de este país está en manos de una persona sin visión, y donde no hay visión, el pueblo se desenfrena: Proverbios 29.
Trump y los republicanos convenencieros. La inacción y el cómplice silencio del liderazgo republicano del Congreso y del Partido Republicano ante los excesos, atropellos y escándalos del presidente Donald J. Trump y de su gabinete harían pensar que son víctimas de una especie de Síndrome de Estocolmo. Constantemente defienden, justifican e incluso alaban a Trump, un personaje que ciertamente ha tomado al Partido Republicano como rehén porque ni es republicano, ni demócrata, pues el único partido al que guarda lealtad es al Partido de Trump.
Sería fácil culpar solo al agresor, Trump, cuando la realidad es más truculenta. Es decir, el Partido Republicano y los líderes republicanos del Congreso a conciencia ha n preferido hacerse de la vista larga y venderle el alma al diablo para garantizar el avance de algunas medidas legislativas, como repeler el Obamacare y la reducción de impuestos que en realidad favorece a las corporaciones; medidas administrativas, como el desmantelamiento de las protecciones al medio ambiente a manos del Secretario de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruit, en favor, otra vez, de corporaciones, petroquímicas y la industria del carbón; o iniciativas para atizar a la base antiinmigrante camino a los comicios de medio tiempo, como inventarse una falsa crisis migratoria en la frontera para desplegar a la Guardia Nacional y figurar como el “rudo” atrapando en su amplia red de persecución y deportaciones a madres y padres trabajadores sin historial delictivo.
Esta sucia conveniencia se plasmó la semana pasada cuando el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, de Kentucky, reconoció que su partido enfrenta una dura batalla para mantener la mayoría en el Congreso en las elecciones intermedias de noviembre.
“Pero espero que mantengamos el Senado. Y la razón principal es que si perdiéramos la Cámara Baja y legislativamente nos viéramos bloqueados, todavía podríamos (en el Senado) aprobar nombramientos, que constituye gran parte de lo que hacemos”, afirmó McConnell.