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Lunes, 2 de Diciembre del 2024
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La Casa Blanca insistió este jueves en que los republicanos de la Cámara de Representantes deben aprobar una reforma migratoria integral

Por: Paula T. Castellanno
Washington DC.-
Reforma Casa de MarylandDurante su acostumbrada rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el Congreso debe aprobar una “reforma migratoria integral” porque eso beneficiará a la economía estadounidense. En una entrevista con la cadena televisiva Telemundo el martes pasado, el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que no puede congelar la deportación de todos los indocumentados, como piden los grupos proinmigrantes, más allá del programa puesto en marcha en 2012 para suspender por dos años la deportación de ciertos estudiantes indocumentados.

En ese sentido, Carney reiteró que Obama “tiene la obligación de hacer cumplir las leyes” y que en la entrevista con Telemundo dejó en claro que “no hay un plan B” en lo que se refiere a una reforma migratoria integral.

“Los que apoyan una reforma migratoria no deben creer que existe algún Plan B que sea una alternativa viable a que la Cámara de Representantes haga lo correcto para EE.UU. y permita que un proyecto de ley que tiene amplio apoyo en el país y amplio apoyo bipartidista en el Senado sea votado”, subrayó Carney.

El objetivo de esa reforma, recordó Carney, es resolver el problema de la inmigración ilegal, algo que a su juicio “ayuda a la economía, ayuda a la clase media, incrementa el crecimiento (económico)” y ayuda a reducir el déficit.

Agregó que el presidente de la Cámara Baja, John Boehner, debería someter a voto la reforma para eliminar un problema que, a su juicio, dificulta el futuro político del partido de oposición.

“Simplemente háganlo. No dolerá, y los beneficios serán enormes para la economía, para la clase media e incluso para el Partido Republicano”, dijo Carney dirigiéndose a los republicanos.

El Senado aprobó su versión de la reforma migratoria el pasado 27 de junio pero Boehner ha dicho que su bancada elaborará su propia iniciativa, con énfasis en la seguridad fronteriza. Hasta ahora, la Cámara Baja no ha presentado su propia versión.

Los grupos defensores de los inmigrantes han venido presionando por una reforma migratoria ante el Congreso, y también han dirigido sus protestas contra Obama para que frene las deportaciones.

El miércoles, siete activistas indocumentados fueron arrestados tras esposarse a la verja de la Casa Blanca para exigir un alto a las deportaciones. Se calcula que alrededor de 1,6 millones de indocumentados han sido deportados del país durante el primer mandato de Obama, y que poco más de mil son expulsados a diario.

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, uno de los grupos pro-inmigrantes, dijo que Boehner debe programar un voto de la reforma en la Cámara Baja y no dejarse influir por los extremistas dentro de su partido que se oponen a la iniciativa.

Por su parte, el secretario tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU, por su sigla en inglés), Eliseo Medina, advirtió que “sin reforma no hay paz porque seguiremos marchando de costa a costa hasta que la alcancemos”.

“Marcharemos en las calles y recordaremos en las urnas”, añadió Medina, que indicó que los inmigrantes recordarán, cuando lleguen las elecciones, quiénes en el Congreso votaron a favor o en contra de una modificación de las leyes de inmigración.

El legislador demócrata de Illinois Luis Gutiérrez reconoció que la crisis de Siria ha desplazado la atención política en Washington, tras un mes de intensas campañas de los grupos que promueven una reforma integral de inmigración.

“El Congreso debe cumplir con su responsabilidad de aprobar una reforma integral”, dijo Gutiérrez, quien señaló que entre quienes buscan la reforma “hay quienes se oponen a la militarización de la frontera, o dan prioridad al fin de las deportaciones, o insisten más en la legalización de los indocumentados”.

“Hay diferencias en las perspectivas, pero todas esas fuerzas tienen que estar unidas el 5 de octubre para mantener vivo nuestro movimiento”, señaló Gutiérrez. “Ocurren 1.200 deportaciones diarias, hay niños que se quedan sin padre o sin madre”, continuó Gutiérrez. “Sabemos que hay gente que muere en la frontera, sabemos las violaciones sexuales que sufren las mujeres que trabajan en los campos”.

María Elena Durazo, de la central sindical estadounidense AFL-CIO, dijo que el movimiento sindical “está unido con el movimiento nacional pro inmigración y un camino a la ciudadanía”.

“Debemos seguir activos junto con los grupos religiosos, los grupos de derechos civiles”, agregó. Durazo objetó la asignación de “un gasto enorme para la militarización de la frontera”, contenido en la versión de reforma aprobada en el Senado.