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Lunes, 2 de Diciembre del 2024
| 10:55 am

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El Clamor de los Soñadores

Por: José López Zamorano
Para La Red Hispana
Washington DC.-

Sé que hablo a nombre de muchos cuando afirmo, sin temor a equivocarme, que pocas personas han sido el centro de tanta admiración e inspiración como nuestros jóvenes “soñadores”, los merecidamente llamados “dreamers”, que no sólo cambiaron el curso de su historia y de nuestra historia colectiva, sino que sensibilizaron el corazón de millones de personas en este país y el mundo.

Armados con un profundo sentido de dignidad personal, los soñadores encabezaron una gesta heroica que llevó al presidente Barack Obama a revertir su resistencia inicial a establecer un programa de alivio migratorio y a implementar primero el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y después su ampliación y su versión para adultos DAPA, aunque éstos últimos sigan entrampados en los tribunales.

Si la motivación presidencial fue política o electoral, es menos relevante que el desenlace: Más de 725,000 jóvenes tienen no sólo permisos de trabajo y protección contra la deportación, sino que se han convertido en un modelo de activismo político, pacifico, de aspiraciones legítimas, como los americanos que son, excepto por que no tienen papeles legales. Hoy, esos mismos jóvenes que nos dieron el ejemplo de patriotismo en su lucha por un trato justo y humanitario para ellos y sus familias, viven en un estado de incertidumbre, de zozobra emocional, ante la posibilidad de que se materialice la amenaza de la próxima administración de eliminar las acciones ejecutivas del presidente, incluida la implementación de DACA.

Su temor es entendible porque se encuentran en una posición vulnerable, al haber sido fichados por las autoridades federales, quienes saben quiénes son y donde viven, en caso de buscar su deportación a sus países de origen. Es preocupante que en este momento hayan aumentado las llamadas de ayuda a las líneas de prevención del suicidio. Por ello tuvo razón el presidente Obama cuando apeló personalmente al presidente electo Donald Trump a “pensar con detenimiento” antes de poner el riesgo el estatus de los soñadores y tuvo doble razón cuando afirmó que la mayoría de la población no quiere ver que estos jóvenes regresen a una vida en las penumbras de la clandestinidad.

Un grupo de legisladores demócratas pidió incluso al presidente saliente emitir un perdón “retroactivo y prospectivo” de su estatus indocumentado, lo cual no les daría sin embargo un estatus permanente. Cientos de ellos viajarán desde Nueva York, desde las oficinas del equipo de transición del presidente electo, hasta las puertas de la Casa Blanca, encabezando una “Caravana del Valor” para mostrar que no tienen miedo, pero también que merecen un trato digno y justo del nuevo gobierno. Qué mensaje más oportuno para el Día de Acción de Gracias.

El clamor de los soñadores es legítimo y está enraizado en los valores fundamentales del pueblo norteamericano. Vinieron a está país como infantes traídos por sus padres y se ganaron nuestro respeto y admiración. Merecen ser puestos en un pedestal como ejemplo de lo que significa ser americano, no ser usados como chivos expiatorios de un problema que ellos no crearon, pero del que pueden ser parte de la solución.