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Lunes, 2 de Diciembre del 2024
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Trump: ícono de la supremacía blanca

Por: Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Washington DC.-

Una vez que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, Estados Unidos volvió ser simbólicamente “blanco”. Hoy, detrás de las mismas paredes que protegió al primer presidente afroamericano, la Casa Blanca esconde a un ícono de la supremacía blanca. No en balde racistas como Martin H. Millard, supremacista blanco de Costa Mesa que cambió la fisonomía política del gobierno de esta ciudad en la década de 1990, lo defienden con “las uñas y los dientes”. Para esta gente racista, Trump es la imagen simbólica de Adolfo Hitler.Neonazis como Millard le apoyaron el día de las elecciones presidenciales.

Si no hubiese sido por su apoyo y el voto de una población blanca, que todavía le cuesta abandonar sus prejuicios sociales, Trump no estaría dando órdenes desde la Casa Blanca. Con su llegada al gobierno, los neonazis y los racistas encontraron los medios adecuados para reorganizarse y reivindicar unos derechos destructivos para el país. Anterior a la manifestación política del día sábado en Charlottesvile, Virginia, misma que dejó una mujer muerta y varios heridos, los grupos de neonazis y supremacistas,blancos ya habían hecho descalabros en ciudades de California.

Haciendo alusión a los derechos de las poblaciones anglosajonas de marchar por su ideología blanca, Millard recientemente escribió: “Los blancos tenemos derechos. Tenemos que reclamarlos y no postrarnos en una esquina para que nuestros enemigos no arremetan”. […]. Como Estados Unidos se ha movido a la extrema derecha con Trump, Millard y los suyos no tienen ningún problema en exigir a la población anglosajona a cultivar su sangre ymantener la raza pura. “Si has nacido blanco, mi amigo, sé blanco. Tienes que mantenerte blanco […]”, dijo.

Por otra parte, todos sabemos lo que pasó el día sábado en la marcha de los neonazi y supremacistas blancos en Charlottesvile, Virginia. Murió una mujer y hubo varios heridos a consecuencia de la infamia de uno de los neonazis, quien los arrolló con su auto mientras protestaban contra las maniobras del racismo y el gobierno de Trump

Asimismo, todos sabemos que la gente que participó en contra de la demolición de la estatua del general Robert E. Lee del “Parque de la Emancipación” fueron racistas y supremacistas blancos. Lee defendió a la Confederación en la Guerra Civil. Trump niega este hecho, así como ha negado su racismo contra los grupos minoritarios cuando estaba al frente de su empresa de construcción en Brooklyn. Se negó arentar a personas afrodescendientes en sus apartamentos.

No hay vuelta que dar. Trump es tan racista como sus bases políticas. Trump es ícono de los neonazis y de la supremacía blanca.