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Lunes, 2 de Diciembre del 2024
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Reacción contra la mujer

Por: Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Washington DC.-

El movimiento por los derechos de la mujer tiene que estar en crisis. Estamos dentro de un proyecto de gobierno que intencionalmente supedita todo cuanto tiene que ver con la defensa de la mujer. La sociedad misma se encuentra en un estado contradictorio y disfuncional –tal vez siempre lo ha estado—, haciendo que las mujeres se muestren paradójicamente como victimarias de los hombres. No obstante, son ellos quienes molestan, denigran y abusan física o mentalmente a las mujeres, incluyendo a niñas menores de 14 años.

En su obra magistral, “Retroceso: la guerra no declarada contra la mujer estadounidense”, Susan Faludi nos recuerda que las fuerzas reaccionarias contra la mujer son fenómenos históricos que generalmente aparecen cuando la mujer ha alcanzado logros sustanciales en su meta de conseguir derechos de igualdad.

De acuerdo a los datos estadísticos, en 1982, las mujeres sobrepasaron a los hombres en cuanto a la adquisición de títulos universitarios de licenciatura (bachelor degree). Desde 2005, la mayoría de los títulos de posgrado (maestría o doctorado) fueron conferidos a mujeres que a hombres.

Obviamente, los niveles de educación tienen un grado de repercusión que se refleja en el ámbito político. Hasta el año 2015, las mujeres elegidas en el Congreso Federal (Senado y Cámara de Representantes) fueron 104 de 535 o 19.4% del total. En 2009 fue 16.8%, mientras que en 1989, fue 5%. En 1979, las mujeres ocuparon solo un 3% de los puestos políticos en el Congreso. Asimismo, el número de curules en los congresos estatales (senadores y diputados) fue de 1786 de un total de 7383 en el año 2015; es decir, 24.2%, mientras que en 1979 fue solo 10%. A pesar de que solo 6 de los 50 estados tienen a una mujer como gobernadora (New Hampshire, New Mexico, Oklahoma, Oregon, Rhode Island, and South Carolina), ese número dice mucho del empoderamiento de la mujer a nivel estatal.

En noviembre de 2006, Nancy Pelosi fue nombrada unánimemente como Jefe de la Cámara de Representantes; fue un hecho histórico para las mujeres. En 2016, el electorado demócrata eligió, por primera, vez a una mujer, Hillary Clinton, como candidata a la presidencia. En el plano económico, resulta casi imposible hacer un listado de las mujeres en posiciones de poder: son miles.

En consecuencia, la reacción conservadora-masculina estaba ya escrita. Esta gente sintió el peso del avance de las mujeres y apoyaron a un candidato misógamo, autoritario y abusador sexual. Este fenómeno reaccionario de los hombres tiene, como sucedió en otras oportunidades, un periodo de fenecimiento. Pronto, pero muy pronto, tendremos a una mujer en la primera magistratura de la Casa Blanca.