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Lunes, 2 de Diciembre del 2024
| 3:05 am

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Amor es … Aprender a Escuchar

El amor que recibes

Stephen Sorenson escribió una vez en el “Disciples hip Journal” acerca de un período de dos años en el cual lo había aquejado en ambas muñecas una tendonitis tan severa que no podía ni siquiera levantar a su pequeña hija ni abrir un frasco. Al mismo tiempo, estaba intentando hacer remodelaciones en su casa. Guillermo, un músico militar retirado, vino en su ayuda.

Sorenson escribió: “Guillermo venía a casa, día tras día. Desenterró nuestro tanque séptico, cortó árboles enfermos y simplemente pasó un tiempo con nosotros. Presentía que él comprendía mi dolor y nuestras necesidades. Una tarde, mientras él y yo paseábamos y conversábamos por el bosque, descubrí el porqué”.

“Guillermo había vivido la mayor parte de su vida para la música, pero se le desarrolló un devastador problema de oído, impidiéndole escuchar música de cualquier tipo. Como resultado, más que sentir rechazo por mi problema, Guillermo se sintió identificado conmigo por nuestra causa en común. Y antes que se separaran nuestros caminos, Guillermo se convirtió en cristiano. Cuando miro hacia atrás, no sé si me hubiese tomado el tiempo para hablar con Guillermo si mis muñecas hubiesen estado bien. Es muy probable que hubiese estado clavando o manejando una sierra a cadena, por lo tanto, lo único que pude hacer fue escuchar y hablar. Pero en los planes de Dios, esto fue suficiente.”

Es inolvidable cuando una persona ofrenda su vida para que alguien a quien ama pueda vivir. Sería inolvidable si usted hubiese recibido un nuevo y saludable corazón de alguien que lo amará más de lo que usted pudiese apreciar.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Cada instante de su vida sería un tributo hacia aquél que lo amó tanto como para dar su vida por usted… El primer deber del amor es escuchar. Santiago 1:19

Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír.