1. Skip to Menu
  2. Skip to Content
  3. Skip to Footer
Lunes, 2 de Diciembre del 2024
| 1:08 am

Síguenos en Las Americas Newspaper Facebook Las Americas Newspaper Twitter Las Americas Newspaper Google Plus

Afecta nuestra personalidad el orden de nacer

Hermanos

Al parecer, el orden de nacimiento puede afectar a nuestra personalidad, comportamiento y visión del mundo, según los expertos. Nuestra posición en la familia según el orden de nacimiento es considerado por algunos investigadores y psicólogos como una de las influencias más poderosas sobre la personalidad, junto con la genética, el género, el temperamento y los estilos de crianza.

Seguramente en más de una ocasión habrás oído decir que el hijo mayor tiende a ser más responsable, mientras que los niños que no tienen hermanos son mucho más propensos a ser egoístas y exigentes. ¿Son estas características estereotipos, o realmente es cierto que nuestro orden de nacimiento puede dar forma a nuestra personalidad?

La teoría de la influencia del orden de nacimiento en el comportamiento humano apareció por primera vez a finales de los años veinte de la mano del psicólogo Alfred Adler, amigo y colega de Sigmund Freud. Adler creía que el orden en el que nacemos dentro de la familia afecta intrínsecamente a nuestra personalidad. Posteriormente, otros teóricos como Frank Sulloway y Delroy Paulhus también escribieron sobre este tema.

A continuación te explicamos cómo serían los distintos tipos de personalidad según el orden de nacimiento.

Según Adler, el niño más mayor tiende a ser conservador, orientado al triunfo y predispuesto hacia el liderazgo. Debido a que suelen asumir la responsabilidad de sus hermanos menores, los primogénitos crecen para ser cariñosos, más dispuestos a convertirse en padres y más propensos a tomar la iniciativa. Los primogénitos disfrutan de la presencia de sus padres en solitario, un privilegio que no poseerán los demás hermanos, lo que puede explicar por qué a veces actúan como mini-adultos. Los primogénitos suelen ser diligentes y quieren ser los mejores en todo lo que hacen. Sobresalen a la hora de ganar los corazones de sus mayores.

El segundo o mediano puesto que el hermano o la hermana mayor es un “modelo a seguir”, a menudo los medianos o segundos hijos se esfuerzan por superarle de alguna forma. Su ritmo de desarrollo es más rápido. Los hijos del medio en una familia tienden a ser ambiciosos, pero rara vez son egoístas. También son más propensos a establecer metas excesivamente altas para sí mismos. Esto aumenta el número de fracasos, sin embargo saben cómo hacer frente a las dificultades en la vida, y eso es lo que los hace más fuertes.