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Lunes, 2 de Diciembre del 2024
| 5:50 am

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Aprende a controlar la pereza y afrontar la rutina

humor perezaPereza en la justa medida Llevar una agenda planificada está bien para activarte pero recuerda que también conviene tomarse un tiempo para no hacer absolutamente nada. Y es que repetirte frases del tipo “ahora debería estar haciendo esto o lo otro” o “no puedo perder más tiempo”, pueden convertirse en un auténtico peligro para ti misma.

Sonríe con todo tu cuerpo

Para ello tienes que concentrarte en generar tu propia sonrisa interior. Empieza dibujando una sonrisa en tu boca y vete sintiendo como llega hasta tus ojos para trasladarla también hasta el centro del pecho. Poco a poco irás consiguiendo que esa sonrisa se vaya deslizando por todo tu espacio emocional y entonces comenzarás a sentirte realmente bien. Si quieres que esa sonrisa nazca desde lo más profundo de ti, puedes recordar o recrear ese momento tan especial que resultó tan placentero en su día.

Respetar los ritmos biológicos

Si observas a los animales comprobarás como se desperezan y estiran en cuanto el sol sale, completamente activos y descansados y después van moviéndose con total libertad cuando les apetece. En cambio a nosotras no nos queda más opción que ajustarnos a unos horarios estrictos impuestos por nuestro sistema, pero debes recordar que la pereza forma parte de nuestros ritmos naturales biológicos.

Cada cosa a su tiempo

Si te permites tomarte tu tiempo para descansar de verdad aunque sea de vez en cuando, seguro que vas a notar como tienes más energía en el momento en que te toque afrontar las obligaciones diarias. La clave está en dejar pasar los minutos, el tiempo y los pensamientos. Y es que descansar no es sinónimo de realizar viajes lujosos, basta con dejarse llevar de una manera sutil, por la pereza.

Descansa en el trabajo

Cada tres horas como mínimo, planea un descanso pequeño en tu trabajo para tomarte por ejemplo un zumo de frutas o un refresco, eso sí, que no lleven demasiados estimulantes, ya que las bebidas con cafeína no te permitirán disfrutar de tu pequeño descanso como debieras.

Descubre el valor de disfrutar

Cuando sientas que el estrés te esté amenazando, nada mejor que tomarse una “píldora de pereza”. Puedes rescatar costumbres como dormir una siesta de unos quince o veinte minutos, que sumados a las siete u ocho horas del sueño nocturno, suponen un buen descanso y muchos mayores beneficios que si no se duerme la siesta y esos minutos se suman al descanso de la noche. Existen estudios que aseguran que el efecto reparador del sueño previene el envejecimiento, combate los radicales libres y alarga la vida. Y debe ser cierto porque al dormir la siesta la cara gana frescor, luminosidad y optimismo.