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Viernes, 15 de Noviembre del 2024
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Mujer, injusticia y violencia

Por: Luisa F. Montero
Para La Red Hispana

Mujer

A pocos días de celebrar de nuevo el “Día Internacional de la Mujer”, son muchas las reflexiones pendientes.

Para empezar, es inevitable pensar en las miles de mujeres que en Estados Unidos viven una doble, o hasta triple condición de víctimas. ¿Cuántas mujeres se ven “obligadas” a soportar el abuso de sus parejas y además tolerarlo por su condición de indocumentadas?

Miles de mujeres hispanas en Estados Unidos son víctimas de violencia doméstica y padecen el abuso en la concepción errada de que no existe ayuda para ellas o de que pueden ser deportadas. Es más que pertinente recordar aquí que existe ayuda para las víctimas, más allá de su condición como inmigrantes. La violencia doméstica no es un asunto estrictamente familiar, es un asunto comunitario y como comunidad debemos enfrentarlo. Y es que según datos de la organización “Safe Horizon”, que ayuda a víctimas de la violencia, cada año una de cada tres mujeres asesinadas son víctimas de sus compañeros sentimentales.

La violencia doméstica, es uno de los fenómenos sociales más evidentes y más difíciles de cuantificar, por sus mismas características. La gran mayoría de mujeres que son víctimas de abusos o maltratos ya sean físicos o psicológicos, ocultan su situación. El miedo es uno de los principales componentes de este fenómeno que no solo afecta mujeres, si no también hombres, jóvenes y niños. Y mientras las mujeres son victimizadas, en Washington la negligencia continua y el proceso legislativo que debería dar cuenta de la legalización de los más de doce millones de inmigrantes que viven y trabajan en Estados Unidos, sigue detenido.

¿Y qué hay de las mujeres que debido a su condición migratoria deben tolerar condiciones laborales injustas? Empresarios y empleadores inescrupulosos continúan sacando ventaja de una ley migratoria que no protege el derecho y la dignidad del trabajo y ampara a aquellos que abusan de quienes se ven obligados a emplearse en condiciones, muchas veces, más que desfavorables.

¿Cuántas mujeres son víctimas hoy de la trata de blancas y obligadas a prostituirse en este, el primer mundo? Cuando se celebra a la mujer en el mundo y se destacan merecidamente sus virtudes es necesario recapacitar sobre lo que estamos haciendo como sociedad por su verdadero bienestar.

¿Cuál es la situación de las mujeres que nos rodean? ¿Están rodeadas del afecto, la consideración y el respeto que merecen? ¿Cómo podemos mejorar su entorno o sus condiciones? Es oportuno, detenernos un momento y reflexionar si estamos actuando responsablemente como individuos y como miembros de una comunidad frente a las necesidades y derechos de las mujeres que nos rodean. De ellas, que son madres y esposas, depende el bienestar de todos. Es un buen comienzo, por ejemplo, asumir que problemas como el de la violencia doméstica, no son solo de la víctima, si no que le conciernen a la comunidad entera. Feliz día de la mujer.