Abuso de ancianos: un problema casi oculto
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- Categoría: Salud
- Publicado el Sábado, 17 Enero 2015 1:03pm
Cuando a Esther González, de 74 años, le limpiaban la bolsa plástica que recolecta sus heces, asegura que sintió un empujón fuerte. “Por favor, no me empuje”, le dijo a la cuidadora que la aseaba en el asilo donde se encuentra. Como respuesta, esta inmigrante guatemalteca, recibió tres golpes en la pierna asestados con el gancho de la bolsa plástica. Esther González le suplicó a la mujer que no la maltratara.
“Lo siento, lo siento, fue un accidente. Me dijo como seis veces”, recuerda con tristeza.
Esa fue la primera vez que su cuidadora en el asilo para ancianos en el que vive en Culver, la golpeó. En otras veces la había tratado mal psicológica y verbalmente.
“Me decía cosas, palabras que me hacía sentir mal, me regañaba. Era muy enojada. Me volteaba y me decía que me moviera rápido”, cuenta.
En cuanto pudo, después de que la cuidadora le pegó con el gancho, le llamó a su hijo Luis.
“Llorando le expliqué lo que había pasado. Yo me sentía triste, enojada. Estaba muy sentida, nunca me habían tratado así. Aquí en el asilo todos son muy buenos”, dice. Con el apoyo de su hijo, Esther González, quien toda su vida trabajó como niñera y ama de llaves, denunció el maltrato. “Ella ya no está aquí”, comenta soltando un suspiro de alivio.
Miles de victimas
Información revelada durante la Conferencia Anual Científica de la Sociedad Americana de Gerontología celebrada en Washington, D.C., en noviembre, indica que uno de cada diez estadounidenses mayores de 60 años son víctimas, cada año, de algún tipo de abuso con frecuencia por parte de aquellos que los cuidan. A pesar de los millones de adultos mayores que lo padecen, es un problema que permanece mayormente oculto. Por cada caso que sale a la luz pública, otros 23 no lo hacen.
Abuso no solo es físico
El abuso de ancianos se presenta en varias modalidades: físico como le ocurrió a Esther González; pero también puede ser psicológico, sexual, financiero, y en forma de abandono y descuido.
Una nueva investigación de la Universidad Cornell y del Colegio Médico Weill Cornell arrojó que los comportamientos hostiles, inapropiados y perturbadores entre los residentes de los asilos como ocurrió con Esther González son un problema creciente y grande.
“Estos descubrimientos sugieren que estos altercados están extendidos y son comunes en la vida diaria de los asilos”, dijo el doctor Karl Pillemer, profesor de Gerontología en medicina de Weill Cornell en la reunión anual de Washington.
“El abuso en asilos, casas de asistencia y de cuidado para ancianos es un problema que se da a lo largo del país y el estado”, dijo Molly Davies, vicepresidenta de los Servicios de Defensa y Prevención del Abuso de Ancianos en Los Ángeles (Elder Abuse Prevention and Ombudsman Services).