Telemedicina amplía acceso de los adultos mayores al tratamiento de la depresión
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- Categoría: Salud
- Publicado el Domingo, 9 Agosto 2015 2:30am
“La psicoterapia funciona para la depresión ya sea en persona o por telemedicina” y este segundo enfoque es una buena opción para “los adultos mayores con barreras como los problemas de movilidad, el estigma o el aislamiento geográfico”, dijo el autor principal, doctor Leonard Egede, titular de la Cátedra Allen H. Johnson y profesor de medicina de Medical University of South Carolina, Charleston.
“En nuestro centro, casi el 40 por ciento de los pacientes viven en áreas rurales, de modo que es una buena oportunidad para brindarles atención sin que tengan que trasladarse tantos kilómetros”, indicó Egede.
Los CDC estiman que el 10 por ciento de la población de Estados Unidos desarrollará depresión. En los mayores de 65, otro 20 por ciento padece síntomas depresivos “significativos”, pero sin reunir los criterios diagnósticos de la enfermedad, según publica el equipo en The Lancet Psychiatry. Pero esa “depresión menor” los expone al riesgo de padecer depresión mayor. Estudios previos habían detectado que la telemedicina era tan efectiva como la psicoterapia presencial para el tratamiento del estrés postraumático, con menos investigaciones sobre los resultados en la depresión.
“Nuestro objetivo era comprender si se puede ofrecer psicoterapia de calidad por telemedicina”, indicó Egede.
Los autores convocaron a 204 veteranos mayores de 58 con trastorno depresivo mayor; excluyeron a los participantes con psicosis, pensamientos suicidas o adicciones. Al azar, los organizaron en dos grupos. Cada participante accedió a ocho sesiones de terapia de una hora cada una (cuatro sesiones como mínimo). Ambos grupos accedieron al mismo tratamiento: activación conductual para la depresión, un enfoque que refuerza las conductas positivas. Un grupo asistió a las sesiones tradicionales, en persona, mientras que el otro grupo lo hizo por videoconferencia con un teléfono conectado a la línea telefónica convencional.
Los autores evaluaron la evolución de los participantes con dos cuestionarios estandarizados con los que los pacientes podían calificar sus síntomas. Los participantes respondían al tratamiento si los síntomas se reducían por lo menos a la mitad.