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Miércoles, 4 de Diciembre del 2024
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Hepatitis, enfermedad silenciosa cómo evitar su contagio

Hepatitis

En el Día Mundial contra la Hepatitis, expertos indican que el consumo abusivo de alcohol y la infección por virus de hepatitis B y C son los principales peligros.

Silenciosa, ingresa al cuerpo humano y muchas veces, silenciosamente se va, eliminada por el propio hígado. Pero cuando esto no ocurre, el virus de la hepatitis permanece allí alojado, dañando progresivamente este vital órgano, hasta que es demasiado tarde y estamos a la espera de un trasplante milagroso o los últimos días de vida.

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado. Los virus son la causa más frecuente de las hepatitis, que también pueden deberse a otras infec ciones, sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunitarias.

Hoy, en el Día Mundial contra la Hepatitis, las estadísticas mundiales indican que esta enfermedad es la octava causa de muerte en el mundo, por delante de los accidentes viales, HIV o diabetes y se cobra la vida de 1,5 millones de personas cada año en todo el mundo. Se trata de un grupo de enfermedades infecciosas que comprenden las hepatitis A, B, C, D y E y pueden provocar hepatopatías agudas y crónicas.

“Las principales causas de este tipo de lesiones son el consumo abusivo de alcohol y la infección por virus de hepatitis B y C. La tipo B es considerada la octava causa de muerte en el mundo, mientras que la C es la primera causa de trasplante hepático en occidente”, explicó a LA NACION el doctor Esteban Gonzalez Ballerga, de la división Gastroenterología del Hospital de Clínicas.

En la Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación estima que entre el 1 y el 2% de la población adulta en el país, es decir más de medio millón de argentinos, se encuentran infectadas con los tipos B y C, de los cuales menos de un tercio sabe de su condición, lo que significa que la gran mayoría no sabe que tiene la enfermedad. Esta enfermedad puede prevenirse con vacunación en los casos A y B y con nuevos tratamientos puede lograrse la cura del tipo C, que no posee vacuna. En este caso, se trata de antivirales llamados, genéricamente, de acción directa.

“La clave es el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno, antes de llegar a una lesión severa del hígado”, agregó Gonzalez Ballerga. existen 12 esquemas de tratamiento aprobados por la Anmat, de los cuales en el país se utiliza la combinación interferón más ribavirina, durante un año con hasta un 50% de éxito.

Después, surgieron dos drogas nuevas: telaprevir y boceprevir, que, empleadas junto con interferón, llegan a una efectividad del 75%, pero con mayor toxicidad. En los últimos tres años llegaron los fármacos de última generación que permiten curar a casi el 98% de los pacientes con hepatitis C, con tratamientos de hasta 3 meses y casi sin efectos colaterales. Se trata de los antivirales sofosbuvir, simeprevir, daclatasvir (los dos últimos, ya aprobados en el país), paritaprevir/ombitasprevir y dasabuvir/ritonavir, que se usan en distintas combinaciones.